viernes, 17 de septiembre de 2010

Día 5. Conociendo gente.

Miércoles por la tarde, quedamos para cenar a las siete. En la cocina conocí a mi vecino mientras Weiting se preparaba su gran cena. Weiting es una taiwanesa que según Jota "dan ganas de llevársela a casa y peinarla". Mi vecino se llama Julien y es pelirrojo. Los pelirrojos me dan mal rollo, pero bueno, este es simpático (aunque seguro que oculta algo). Fuimos todos juntos al Point Zéro, y allí conocimos a más españoles, entre ellos tres chicas almerienses Maria, Marina y Elia, con las que nos fuimos después. Esto está petado de españoles, y da miedo. Ah, también vino François Xavier, otro francés, pero este habla español y tiene acentazo catalán jajaja super simpático también, así da gusto. A las doce la gente dijo de retirarse, pero nosotros, con más ganas de fiesta encima, decidimos buscar otro bar, el Cargo, donde había una fiesta Mexicana. De camino nos perdimos un poco, pero al final seguimos a unos ingleses y llegamos. No pudimos entrar porque había demasiada gente, y en la puerta había un chico en el suelo, vomitando y a punto de morir. Daba entre pena, asco y miedo. Entonces fuimos a otro sitio pero no Jota no podía entrar con bermudas, y al final nos decidimos por un local donde ponían Rock y música de los 80. De camino a ese bar, por cierto, unas chicas nos cruzaron y notaron que Fran hablaba español, entonces le preguntaron emocionadas "hablas español??!", y se pusieron a agitar una verja de una tienda, por lo que acabó sonando la alarma, y salieron huyendo despavoridas, mientras nosotros nos partíamos la caja.
A eso de las dos y media volvimos a casa, a pie, porque a partir de la 1 ya no hay tram, y yo llegué a casa a las 3, con un dolor de pies considerable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario